lunes, 2 de julio de 2012

Compañeros


El sueño terminó. Se avecinaba el inicio del curso. Los nervios terminaron en el momento en el que entré por esa puerta en donde una infinidad de desconocidos aguardaban cruzándose miradas que viajaban desde la incredulidad a la incomprensión. Unos hablaban en grupos, mientras otros esperaban un pequeño empujón que le emprendiese en una nueva aventura. Era como un profundo sueño, como una “siesta” de la que jamás quieres despertar. Ahora hemos despertado. Se ha puesto fin a ese sueño que no queríamos que terminase, pero que, como todos, terminan. Ese sueño llamado monotonía del que vosotros, periodistas, me habéis enseñado cuál es su parte positiva.

Ahora llega ese momento de separarnos. Alzar la vista al cielo, mirar las estrellas y observar como, a pesar de estar a años luz unas de otras, nosotros las vemos una pegadita a la otra, sin separarse. Así es como tiene que ser. Por muchos kilómetros que nos separen, seguimos estando juntos, seguimos estando “cerca”, seguimos creciendo, como las estrellas.

Cada uno de vosotros sois un motivo más para seguir creyendo en este sueño, en esta “locura”. Solo queda dar las gracias a todos y cada uno de vosotros por haber creído en esta historia que ahora se congela. Y es que dentro de unos meses volveremos a dormir y, por supuesto, volveremos a soñar. 

"Gracias". Curro García.